Según la pirámide de las necesidades de Maslow, si comparáramos la educación tomando en cuenta los ámbitos culturales y sociales que nos rodeaban hace algunas décadas atrás, sólo cumplían con la misión de llegar  hasta el  tercer nivel. En algunos casos,  docentes adelantados a su época se arriesgaban a potenciar las  capacidades de sus alumnos, alcanzando la autorrealización.
Hoy los alumnos llamados “difíciles”, los hiperactivos, los chicos con TDA, entre otros, nos traen un gran mensaje. 
¿Cuál es ese mensaje? Una educación que contenga un sentido, que sea significativo para ellos. Qué sea mucho más que aprender memorísticamente conceptos, que tenga para ellos un real significado que les lleve a adquirir herramientas y recursos para seguir avanzando.
¿Perciben muy romántica esta idea expresada? . Se los demostraré con un ejemplo:
Muchos de los alumnos juegan con juegos virtuales. ¿Qué hacen esos juegos? Pues bien, tienes que entrar a competir para alcanzar una meta. ¿Cómo vas alcanzar la meta? A través de diversos procesos que en la medida que vas encontrando ciertos tesoros te permite ir adquiriendo herramientas o recursos que te guiarán hacia un nivel siguiente y más complejo.
Para conseguir aquello, aprendes a idear estrategias,a resolver situaciones de conflicto,  a confeccionar hipótesis y a seguir instintivamente el camino hacia dónde ir. Muchas veces caes en el intento. Y cuando vuelva  a  interntarlo y llegue a ese punto, ya sabrá hacia dónde dirigirse, para no equivocarse. Ha aprendido del error y se brinda una nueva oportunidad.
Cuando alcanza el nivel máximo, ese niño (a) se siente autorrealizado (a). Ha invertido tiempo, destreza, entre otras cosas. Más la sensación que percibe en él o ella,  es el éxito.
 
Muchos de nuestros maestros cumplieron su labor a cabalidad, algunos desde la entrega de información relevante para aprender de nuestras culturas y a cómo comunicarnos. Otros a través del arte nos enseñaron a descubrir nuestro potencial y a crear. Como también aquellos que a través de sus metodologías adelantadas para la época, nos llevaron a Ser mejores personas.
Cada uno dejando su huella y su memoria en nuestros corazones. 
Hoy, los alumnos vienen con una información ya incorporada, la tecnología y los estímulos destellantes constantes hace de esas instancias en donde uno debía dirigirse a la biblioteca, buscar, leer encontrar la información, donde en ocasiones con la intención de mejorar tu proyecto  incluso dibujábamos las imágenes porque no había como fotocopiarlas y aunque no fueras bueno (a) para el dibujo, aprendiste que la practica hace al maestro. Allí había todo un contenido proceso de trabajo “Emprendedor” que hoy con un solo clic ya tienes todo a la mano.
Y esas dinámicas que antecedían a la elaboración de un proyecto, ya poco a poco van perdiendo sentido. Transformando a nuestros alumnos en “Buscadores expertos” “Hábiles en el copy paste”.  Muchos ni siquiera se están esforzando en crear una respuesta que asocie sus conocimientos entregando un aporte nuevo y  creativo.
¿Cuántos de esos niños, piensan que el huevo y la leche vienen del supermercado?
Al igual que nuestros  alumnos, como docentes estamos necesitando un re- encantamiento con lo que es la labor docente.
¿Cómo debería ser el docente de la nueva era?
El nuevo docente. Requiere de un “Trabajo interno, un descubrirse a sí mismo “: Esto permite ser empático ante las dificultades o dinámicas en el cual el alumno se encuentra inmerso. Pudiendo gestionar de mejor manera sus aprendizajes. Además de esta manera, vez al otro como un reflejo, de lo que uno es.
 
Cada alumno, nos está reflejando una parte nuestra. Cuando descubres ese mensaje  y lo comienzas a trabajar en ti. Automáticamente se expande se expande la enseñanza y el aprendizaje hacia los otros. Esto se da de una manera inconsciente.
Te vuelves  más tolerante porque comprendes las dinámicas de cada niño, respetando sus procesos de aprendizaje y a su entorno familiar.
El trabajo interno te permite descubrir donde están tus limitantes, y como puedes replantearte ciertos aspecto de tu vida para convertirte en la mejor versión de ti mismo. Cuando trabajas en ello, poco a poco tus alumnos tomarán esas pautas, como parte de tu entrega de amor hacia ellos.
A través de ese trabajo personal, la manera de comunicar al otro se transforma,  logrando resonar  muchísimo más, porque estás transmitiendo desde el corazón hacia otro corazón y ese nivel de comunicación suele ser efectivo y potente, quedando como una huella positiva en ese Ser.
Cuando  has realizado un cambio en ti, ya eres consciente de tus potencialidades, recursos, herramientas y capacidades. Vas observando la vida como un sin fin de posibilidades. Y cuando comienzas a mirarla desde esa perspectiva…algo se transforma.
El nuevo docente es, “Emprendedor”: Cuando eres capaz de innovar en estrategias, usando todos los recursos que tienes a mano, inventando nuevas metodologías, investigando constantemente y siguiendo por supuesto aquellos instintos que te llevan a desarrollar “locas ideas con un objetivo que conlleva un bien mayor” has entrado al área del emprendimiento.
El emprendedor no es sólo un gestor de ideas sino que también es un constructor y un administrador. Cuando construyes nuevas facetas y vehículos que te llevan a entregar de mejor manera tu trabajo te vas convirtiendo a los ojos de esos niños en una persona importante, estableciendo vínculos fluídos de aprendizaje. estás de alguna manera motivando a esos alumnos a ser “una mejor versión”, donde descubren que la real competencia no es con el otro, sino consigo mismo. Y lo que deseas enseñar se vuelve para ellos un cuento mágico, donde los conocimientos adquieren un significado más grande que fechas o hechos aislados. Sino que toman todo lo que hay detrás de ello como una fuente de oportunidades.
De esta manera puedes gestionar tu trabajo desde el ángulo de potenciar los talentos personales de los estudiantes. Ideando diversas estrategias donde en conjunto sea un “GRAN EQUIPO”
Entonces, el alumno comienza a descubrir sus talentos, y a través de ellos a conocerse a sí mismo, donde en dinámicas grupales e individuales establece la importancia de generar redes de apoyos, en donde todos son importantes, nadie es mejor o peor. Todos necesarios para lograr un fin común. en el cual aprende que entregando lo mejor, colabora con el éxito de un proyecto.
Cuando se establecen esas habilidades, vas encaminando a ese alumno hacia su auto realización. Es decir, saberse próspero.
Pero para ello, debes sentirte tú, como un ser próspero “Un MacGyver de la educación”, donde con lo necesario puedes realizar grandes cosas.
Y quizás no solamente desde enseñar en un aula. Hoy en día,   tienes tantas maneras de transmitir aquello que tanto te apasiona. Si lo deseas hacer, hazlo con tu sello personal.
Cuando llegas a ese nivel de Educación con tus alumnos, con el tiempo observarás  que han tomando todo lo que fue necesario, cada uno desde su singular manera de ser, desde la forma que han escogido su camino de vida. Donde sea y cual fuese ese destino, estarán siendo la mejor versión de sí mismos.
Desde lo más profundo de mi corazón, honro al sistema familiar de cada uno de mis docentes de vida y muy en especial aquellos que han dejado huella en mi corazón.
Gracias, gracias gracias por aquella labor que mi corazón recibió con amor y que hoy se expande de la misma manera que fue entregado.
 
 EDUCANDO CON SENTIDO
Claudia R. Rolin
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