Hoy hablaremos de algo interesante. Me gustaría que antes de comenzar escribieran o pensaran ¿Qué significa para ustedes la palabra ESPERANZA?
Ya lo tienen pues iniciemos. Vamos primeramente a la fuente, específicamente a su etimología, esperanza viene del latín, que significa esperar.
Hoy esa palabra se encuentra tan usada que ha perdido su verdadero sentido y ha direccionado a las personas a un letargo constante. Casi como la historia de Penélope que tejía y destejía esperando a su amor durante muchos años, tanto así que cuando él regresó, ella no lo reconoció. Lo mismo sucede con las oportunidades cuando estamos paralizados en la esperanza, no las vemos, porque estamos cegados a nuestras expectativas. En donde ese atisbo de cambio tiene que llegar a mi vida de una determinada manera y no de otra.
Reconocen esta frase: – ¡Mañana será otro día!, ¡Todo pasará! ¡Tengo la esperanza que será así!
Cuando damos esa orden a nuestro cerebro es como si dijésemos – VOY A TRATAR DE…..O LO INTENTARE. Lo que allí estás diciendo es, NO LO HARÉ.
Al mencionar tengo la esperanza que será así, estás entregando una afirmación a la utopía, estás vagando en lo etéreo. Busca sinónimos de esperanza y encontrarás que es Ilusión.
Una ilusión que puede presentarse o no en tú realidad.
¿Cuándo esa esperanza, se convierte en la magia de lo real?
Cuando dejamos de estar en la cama del letargo de la espera y comenzamos accionar estando despiertos a lo que la VIDA como posibles posibilidades para desarrollar lo que deseamos.
Es lo mismo cuando Ud. dice: ¡Qué ganas de sacarme la lotería! Y no juega el boleto.
El caer en el extremo de la esperanza es caer en la pereza del NO HACER. En la desconfianza de su propia voluntad.
Entonces nos convertimos en personas simplemente soñadoras. Carentes de empeño para transformar en materia sus sueños.
Cuál sería la mejor manera de tomar la ESPERANZA como un proceso evolutivo o transformador.
Primero recibir esa oportunidad como una manera de aquietar nuestra mente para observar la película completa de nuestra historia y cuando tienes el desenlace que deseas escribir en tu vida, entonces recarga tus baterías y bríndate el obsequio del impulso, para hacer las cosas de manera diferente. En ese aspecto la esperanza actúa como algo positivo y renovador.
Un granito de arena más otro más otro forman la playa, es decir un pasito al lado de otro van dando un avance y ese avance se convierte en impulso y eso en fuerza, transformando esa potencia en atracción. Y esa absorción para nosotros se convierte en un tomar a manos llenas las bendiciones de ese proceso sea como sea que ha de venir, porque todo es aprendizaje. Siempre unas gracias vienen bien a cada experiencia significativa.
El enseñarle a nuestros hijos a tener esperanza, es mostrarle que las cosas pueden ser diferentes. Más quien marca la diferencia serán como ellos decidan hacerlo.
Recuerda siempre que nuestros hijos son nuestros mayores espejos y si ellos se encuentran en un estado de desesperanza- desilusión teniendo en cuenta que ello es frustración ante las expectativas que no se cumplieron.
Pregúntate entonces ¿Qué expectativas te has formado tu, en la vida y no has cumplido, que ahora mi hijo por amor a mí, desea mostrarme?
Cuando desees contactar con la esperanza, te invito a respirar profundo, aquietar tu mente, llámala y simplemente ve, siente y escucha lo que ella desea de ti.
Te invito a colaborar en este artículo compartiendo y entregándonos tu punto de vista. Recuerda que cada semilla es importante para el Mundo de Método DOLPHIN.
Con afecto
Claudia